Un planeta saludable, con una economía circular innovadora, en el que no se desperdicie nada, los recursos naturales se gestionen de forma sostenible y la biodiversidad se proteja. ¿Un mundo ideal o uno que aún estamos a tiempo de construir? Si atendemos al ritmo de vida actual, en el que no se hace un uso eficiente de los recursos naturales y las emisiones contaminantes aumentan, hablamos de una auténtica utopía.