Desde la antigüedad, la sal de mar se ha considerado como un remedio casero para numerosos males físicos, emocionales y energéticos; como por ejemplo, estrés, eczema, psoriasis, dolor muscular, celulitis, piel seca y acné. De hecho, gracias al magnesio que hay en la sal de mar, sus baños proveen múltiples beneficios para la salud.