La educabilidad es la potencialidad, plasticidad o ductilidad de un ser humano para ser educado, o sea, de incorporar conocimientos o aprender, a través de sus capacidades y habilidades, con el fin de perfeccionarse de modo individual y social. Para que la educabilidad pase de esa potencia al acto, para que el sujeto logre efectivamente aprender, se necesita, además, la influencia de un agente educador, que sea el estímulo para crear estructuras mentales y de pensamiento cada vez más complejas, dentro de un lugar y una época determinada.