Las frutas, junto con las verduras, nos aportan grandes cantidades de agua, vitaminas y minerales, fibra y otros componentes de gran importancia para que nuestro organismo pueda llevar a cabo su correcto funcionamiento. Entre esos componentes que contienen las frutas se encuentra el azúcar, o mejor dicho, la glucosa y la fructosa. La glucosa y la fructosa son monosacáridos,hidratos de carbono simples que se absorben rápidamente y enseguida pasan al torrente sanguíneo. Para regular toda esta cantidad de azúcar en sangre, nuestro páncreas libera insulina que se encargará de llevar ese azúcar a las células. Cuando las células ya tienen azúcar y no necesitan más, es almacenada en forma de triglicéridos (grasa).