El cielo podemos considerarlo como la máxima plenitud, donde no existen problemas, ni enfermedad, ni guerras, ni maldad; allá todo es perfección. Pero aunque aquí en la tierra la realidad es otra, es posible que todos tengamos, al menos, un pedacito de cielo en nuestro hogar, que no es perfecto pero puede acercarse a esa cualidad si aplicas estos sencillos pero valiosos consejos como prioridades en tu familia. Estoy segura de que si lo haces, llegarás a experimentar esa plenitud.