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¿Alguna vez te has preguntado por qué hay actores desprenden tanta simpatía en un largometraje? Son intérpretes que saben dominar sus emociones y transmitirlas.
La inteligencia emocional es esa competencia que nos invita a conocernos a nosotros mismos y a los demás. Nos abre las puertas al mundo y nos muestra cómo relacionarnos de forma más efectiva con nuestros amigos, familiares y conocidos. Es, por tanto, la inteligencia que nos empuja hacia la felicidad.
Psicólogo, periodista científico, escritor de best sellersSu asignatura preferida era el inglés y la que menos le gustaba eran las matemáticas. Recuerda especialmente cómo se adentraba en las historias de su libro infantil favorito And to Think That I Saw It on Mulberry Street de Theodor Geisel, conocido como Dr. Seuss. Actualmente es un prestigioso psicólogo que indagó en el cerebro y las ciencias del comportamiento como periodista científico. Mundialmente conocido por su best seller sobre inteligencia emocional.
Cuando la inteligencia emocional apareció por primera vez en las masas, sirvió como un complemento: las personas con un coeficiente intelectual promedio superaron a aquellos con los CI más altos el 70% de las veces. Esta anomalía dejó cierta confusión en lo que se venía asumiendo globalmente: el coeficiente intelectual era la única fuente de éxito.
Todos hemos dicho cosas que después la gente interpreta muy diferente de lo que nos referíamos. Los deslizamientos verbales a menudo ocurren porque decimos cosas sin conocimiento de las implicaciones sutiles que llevan. La comprensión de estas implicaciones, requiere la conciencia social.
La inteligencia emocional forma parte de las habilidades que una persona puede adquirir a lo largo de su vida, y esto no solo puede ayudarnos a conseguir cosas, también significa tener la posibilidad de disfrutar más la vida. Cuando hay deficiencia de inteligencia emocional, pueden presentarse una serie de complicaciones en la vida diaria de una persona.
Si quieres aumentar tus probabilidades de ser exitoso debes trabajar en tus habilidades sociales, y que mejor manera de hacerlo que tomando estos cursos de inteligencia emocional. Si quieres dominar tus emociones, entender la manera cómo los demás se expresan, tener un espíritu emprendedor y mejorar tu capacidad para comunicarte, estos cursos de inteligencia emocional te serán de gran ayuda.
Además de la siempre imprescindible inteligencia emocional. existen otros rasgos vinculados a la inteligencia social que son característicos de los mejores líderes, tal y como refleja un análisis de neurocientíficos publicado por Harvard. La vinculación entre inteligencia emocional y liderazgo sigue copando numerosos análisis que estudian cómo implementar esta cualidad en el seno de las empresas.
Cuando se tiene hijos, se quiere para ellos lo mejor, que crezcan sanos, fuertes, felices y siendo buenas personas. Pero nadie dijo que ser padre era una tarea fácil o que todos somos expertos. Es por eso que a continuación te presentamos 7 consejos para la educación de tus hijos según académicos de Harvard.
A todos nos ha pasado: todos hemos dicho cosas que luego la gente ha interpretado de una manera muy diferente de la que pensábamos. Estos comentarios aparentemente benignos te dejan con la desagradable sensación de haber metido la pata hasta el fondo.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo” (Aristóteles).
Socrates decía que cuando los dioses querían destruir a un ser humano le convertían en arrogante y así se destruía a él mismo. Si en la antigua Grecia la arrogancia podía ser un problema en la Era de la Innovación y la Transformación digital, donde la adaptabilidad es la clave, se ha convertido en el peor enemigo del líder.
De poco nos sirve un cerebro brillante y un elevado cociente intelectual si no entendemos de empatía, si no sabemos leer emociones propias y ajenas, si somos extranjeros del propio corazón y apátridas de esa conciencia social donde aprender a conectar, a gestionar el miedo, a ser asertivos…
Desde hace un tiempo se ha puesto de moda la Inteligencia Emocional.
Esto no es algo que se hayan sacado de la manga los psicólogos para vender libros; esto es fruto de las investigaciones en neurociencia, que en la última década han avanzado mucho y nos han facilitado una información de la que antes no disponíamos.
Desde hace aproximadamente dos décadas, gana terreno un aspecto de la Inteligencia que no siempre se tiene en cuenta: la Inteligencia Emocional.Aquellos que siguen sus principios sostienen que su potenciación mejora la calidad de vida de aquellas personas que tienen inconvenientes serios para relacionarse con otras y que ello resulta patente en los casos de individuos con diferentes condiciones y discapacidades.
El futuro de nuestras generaciones está amenazado y en profunda decadencia por las políticas y modelos educativos que en las últimas décadas hemos ido sufriendo. Estas amenazan con dejar desolado el futuro de nuestra sociedad semejante a un asteroide que impacta en pleno centro de la Tierra llevando la destrucción, la desolación, la regresión e invernación de las generaciones supervivientes.
Un buen número de educadores coinciden en que es uno de los retos para educar hoy, con miras al futuro del Siglo XXI, el tener que reflexionar sobre el manejo de las habilidades emocionales necesarias de toda la comunidad educativa, conocer y propiciar un marco teórico y empírico sobres las relaciones entre todos los actores, y estar al corriente de las experiencias, propuestas, referentes de los modelos actuales y los instrumentos desarrollados para medir la .
Tendemos a pensar que las habilidades son siempre positivas. Por lo tanto, cuantas más habilidades desarrollemos mejor. También cometemos el error de creer que una persona con muchas habilidades es mejor que otra con menos habilidades. Por lo tanto, preferimos tener a nuestro lado, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, a las personas más capaces. Pero las habilidades no son inherentemente positivas, depende de cómo las usemos.
“Las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no sólo se nos juzga por lo más o menos inteligente que podamos ser ni por nuestra formación y experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás” – Goleman.
Entendiendo cómo pensamos. Lo Intuitivo versus lo Analítico El profesor Daniel Kahneman, psicólogo israelí nacido en 1934, recibió el premio nobel de Economía 2002 por su trabajo sobre cómo se toman decisiones.
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