Para tener una mejor comprensión de las características de estos dos tipos de emprendedores, debemos partir de la definición de “emprendimiento”. Una definición válida de este concepto es el proceso a través del cual un individuo identifica una idea o una oportunidad económica y toma acciones concretas para desarrollarla, transformándola en un emprendimiento. Para lograrlo, debe reunir capital, trabajo y otros recursos y los convierte en bienes o servicios. Por lo tanto, el emprendimiento privado o tradicional hace referencia a una actividad económica generadora de bienes y servicios para su venta.